lunes, 5 de noviembre de 2012

La maldita maquinita: POLYBIUS


Hace escasos días me llegó a los oídos una leyenda sobre una de las miles de cosas paranormales de internet. Pese a tener sus años, yo me enteré recientemente, y la verdad es que la historia me chocó un poco. No me dio miedo en absoluto, sólo me chocó pero a la vez me intrigó y encantó. Es la leyenda del videojuego maldito Polybius. Una máquina de arcade que apareció en zonas selectas de Estados Unidos a principios de la década de los ochenta y que se convirtió en muy poco tiempo en una de las máquinas más rentables de los salones. Niños y jóvenes hacían cola para poder echar su partida a aquella máquina llena de sonidos estridentes y llamativos, colores vivos y epilépticos y una ambientación futurista y psicodélica que dejó a más de uno trastocado. Aquella cabina mostraba y vendía algo nuevo, único en los juegos primitivos de ese 1981. Pero algo tan bueno tenía que tener algo contrario de la misma potencia. Tras su salto a la fama, los jugadores que lo habían probado comenzaron a sufrir una serie de problemas y trastornos psíquicos que se repetían entre todo aquel que hubiera echado su moneda en esa ranura negra, problemas como mareos, náuseas, alucinaciones auditivas y visuales, tics nerviosos, ataques epilépticos o pesadillas y terrores nocturnos. Una gran variedad de problemas bastante serios y peligrosos para aquellos niños de tan poca edad. Sutilmente, el videojuego, el cual se ambienta en un fondo bastante hipnótico y epiléptico que constantemente va rotando, trata de disparar a una serie de polígonos marcados con números que van flotando en torno a una estrella de seis puntas que también gira como toda la pantalla.

Un juego que te auto-hipnotiza, ya que tú no mueves la nave, tú mueves la pantalla en sí, por lo que también mueves los epilépticos fondos que rotan y giran. Los efectos de infinitud, puntos estroboscópicos o efectos en tres dimensiones es lo que llama la atención y seguramente fuera lo que se las llamó a aquellos pobres jóvenes, los cuales sufrieron los efectos de este extraño videojuego. Después de pantallazos multi-color, efectos mareantes y locos, epilépticos y psicodélicos y sonidos pesados, repetitivos y de esos que hacen retumbar los bajos de los altavoces, se le añadían una serie de efectos secundarios subliminales como gigantescos textos en el fondo de pantalla en los que se podía leer, casi en una milésima de segundo, palabras como "OBEY" (Obedece), "KILL YOURSELF" (Suicidate), "NO IMAGINATION" (No imagines), "NO THOUGHT" (No pienses), "SURRENDER" (Ríndete) o "PLAY 8 HOURS WORK 8 HOURS SLEEP 8 HOURS" (Juega 8 horas, trabaja 8 horas, duerme 8 horas). También, aparecían espectros y caras fantasmales y terroríficas acercándose muy rápidamente hacia la pantalla, como un screamer de los de internet. Pero estas cosas eran tan rápidas que te da la sensación de haber visto algo, pero no sabes qué. Tu inconsciente sí se ha dado cuenta. Además, no eran sólo mensajes subliminales en la imagen, sino en el audio, ya que entre el aturdidor y confuso sonido se filtraban llantos, murmullos y gritos. Aquí un ejemplo de una foto editada a través de una captura de pantalla rápida.


Sin duda, después de esto, se te quitan las ganas de jugar. Pero la diferencia entre jugar ahora que en 1981 es que los niños de aquel entonces desconocían de todas estas funciones ocultas de la máquina. Algunos procesaban un odio y adicción al mismo tiempo hacia el videojuego. Se acumulaban jugadores esperando cola para jugar. A todos atraía. Pero con el paso del tiempo, los efectos fueron haciendo efectos, desde pesadillas a incluso pérdidas de memoria; ojo al dato, borrado de datos, algo difícil en la mente humana y el subconsciente, el mérito de haber conseguido un lava-cerebros. Por ello que pronto, tras estas reacciones extrañas, se vincularan estas cabinas a un programa de experimentación social del gobierno estadounidense, ya que testigos afirman que después de cada jornada en salones recreativos elegidos, aparecían unos señores de negro y preguntaban tanto a niños como a los propietarios para analizar reacciones y opiniones. También solían pasar tiempo delante de la pantalla, en una especie de sub-menú oculto en el que podían establecerse los parámetros subliminales de la máquina. Desde trastornos en el sueño hasta lavados de cerebro. Esta historia recuerda a los miles de proyectos secretos del gobierno americano como el caso del "MK Ultra" u otros sobre la población. El fin de esta historia se fue con la misma rapidez con la que apareció, tras el caso de que un joven había muerto de un ataque epiléptico frente a la máquina. De la noche a la mañana, se llevaron todas estas máquinas, sin preguntas ni justificaciones. Los jugadores que sufrieron los efectos no consiguen recordar ni si quiera pantallas o apariencias del juego, sólo recuerdan el odio hacia esa máquina y su adicción al mismo tiempo. ¿Realidad o mito urbano?

Por ello, como buen morboso de las leyendas urbanas, en cuanto me enteré me emocioné y me interesé en el asunto, en la idea. Y tras observar algunos videos y fotos, me decidí a probarlo, ¿por qué no? Obviamente, el juego que es posible descargarse ahora es simplemente una recreación a base de los escasos testimonios, un poco inflado de realidad y de ficción. Se ha querido aproximar lo máximo al aspecto real del juego. Los mensajes subliminales, los pantallazos, niveles epilépticos y mareos hipnóticos lo más aproximadamente posible. Incluso han metido la gracia de ese sub-menú de funciones secundarias psíquicas en la que establecían los experimentos. Pueden establecerse trastornos del sueño, los subliminales visuales y auditivos, el volumen del ruido blanco y distorsiones, ondas acústicas y demás funciones siniestras de la máquina. La mayoría de estos menús de adorno quieren mantener la magia de la leyenda urbana, ese guiño hacia experimentos ocultos, lo que hace que el juego sea curioso y llamativo. Una vez establecidos estos parámetros (donde los activé todos para la gracia), me dispuse a jugar. La verdad es que no hay ni instrucciones, no sabes cómo manejarlo, ni qué hacer, ni cómo pasar de nivel, ni si quiera si hay "malos". Sólo controlas la nave y la pantalla, mientras el fondo gira según los botones que pulses. Creo, y sigo creo, que el objetivo del juego en eliminar los números que aparecen en esa estrella de cinco puntas disparando a los poliedros que aparezcan entre todos los otros polígonos con los mismos números. Para pasar de nivel, si en la estrella central hay un 45, debes de disparar únicamente a los poliedros que tengan el 4 o el 5. Es un juego que parece fácil y simple, pero que en realidad es muy difícil y confuso.

Me lo puse con los cascos y un volumen algo fuerte, lo reconozco, bastante cerca de la pantalla. Como buen mitómano, sinceramente quería sentir y quedar hipnotizado, sentirme guay por haberme dejado hipnotizar por el mítico Polybius. Ahora me arrepiento. Estuve jugando durante 45 minutos aproximadamente, en el juego pudieron haber 7 partidas en total. Fui ascendiendo de nivel con dificultades y repitiendo cuando me mataban. Me costó pillarle el truco, pero al final me gustó. Con respecto a los otros parámetros del juego, sí, vi los textos subliminales, los pantallazos y las caras screamers que aparecían en la pantalla, y que, junto al sonido extraño, me hicieron encoger el corazón del pequeño susto más de dos veces. También escuché sonidos blancos y los murmullos. Eso fue lo que más nítido escuché. Murmullos y susurros. No se entendían, pero eran pequeñas voces. Yo sabía y sé que en esta recreación estos mensajes subliminales están algo exagerados para hacer la gracia y darte cuenta cuando jugaras. No me quiero imaginar cómo sería el Polybius original. En algunas pantallas inclusos daban ráfagas de colores vivos, pantallazos discontinuamente que dejaban bastante ciegos; un punto en el que ya ni si veían los números o los polígonos en pantalla. Te tenías que pegar la cara a la pantalla para poder ver algo. Y ahí fue cuando me puso la cabeza como un bombo.

Lo primero que sentí después de haber jugado ayer domingo fue un leve dolor de tímpanos y de ojos, pero lo realmente notable era un pequeño mareo que tenía sobre la frente y sienes. Con algo de reposo y lectura se me pasó, sólo fueron las luces destelleantes y los mareos epilépticos. Ese mismo día, había seguido explorando más leyendas urbanas, la mayoría los denominados creepypastas, y bueno, siendo mitómano he de reconocer que soy algo asustón. Esos mitos me chocaron, me dejaron con inquietud y miedo en el cuerpo. Sé que son fakes, pero tenía miedo, no sé a qué, pero tenía miedo. Después de jugar al Polybius, unas horas después, esos miedos incrementaron y comenzaron a agobiarme. Comencé a sentirme tenso y alerta, paranoico. Nunca antes me había pasado, sólo cuando tengo mucho miedo y mi imaginación consigue ganarle a la cordura de mi mente. Después de la cena estuve en mi cuarto, y juro que no dejaba de mirar hacia la puerta, vigilándola; no sé por qué, pero no me sentía seguro si no la vigilaba. Sentía ansia y paranoia, debía de estar pendiente a la puerta, por si entraba algo. Hoy me desperté con un dolor de cuello monumental, ya que no sólo miraba, si no que tenía que girar la cabeza para mirar. El ordenador está de espaldas a la puerta de mi cuarto. No sólo eso, sino que con cualquier sonido ajeno a la habitación donde estaba ya saltaba, paraba la música y agudizaba el oído. Me sentía agobiado y tenso, muy tenso. Y no dejaba de mirar, tenía esa necesidad. Yo ya era consciente de que mi cerebro se había "creído" los efectos del Polybius, el efecto placebo, yo sabía que era una recreación inofensiva, y lo es, pero mi mente comenzó a creer que realmente era ofensiva. Que la había trastocado. Y ella sola se lió. Notaba que mi mente se había creído esa mentira, ese fake. Aguanté hasta tarde para evitar tener que dar vueltas en la cama, meterme entre las sábanas y dormir, pero estaba equivocado.

Con la luz apagada y listo para dormir, no paraba de sentir cómo mi mente estaba abarrotada de cosas, bastante confusa, y recordando esos sonidos extraños del videojuego. Comencé a sentir el miedo como hacía años que no lo sentía, un miedo a la oscuridad y a la soledad. Sentirme indefenso, a merced de lo que entrara en la puerta, vigilándola. Cualquier reflejo de mi cuarto, cualquier cosa que me pareciera anormal. Lo vigilaba. Intenté poner la mente en blanco, pero no conseguía dormirme. Pensaba en muchas cosas a la vez, mi mente estaba echando humo. Estuve durmiendo a intervalos, ninguno llegó a la fase REM, por lo que no pudo recargar energía. Estuve dando vueltas en la cama semi consciente hasta que escuché el despertador de mis padres. Cinco horas dando vueltas en mi cama, con la mente aturdida y sintiendo ese miedo infantil a la oscuridad, como cuando tenía ocho años. El despertador sonó y me desperté algo mareado. No me sentía cansado ni falto de sueño, estaba bien. Pero según mis compañeros, durante la jornada estuve con miradas vacías y perdidas, depresiones y falto de emociones. No me di cuenta hasta llegar a mi casa y poder dormir algo después de comer, donde repuse fuerzas. Ahora escribo esto dándome cuenta de lo que se me acumuló anoche. Por un lado, los colores y brillos del maldito juego me dejaron la mente patas arriba y aturdida. Se le suma ese pequeño shock y miedo hacia esos creepypastas. Y luego, una serie de reacciones nerviosas que no encuentro origen, sólo las he atribuído a la falta de sueño, aunque aún no sé el por qué de ese insomnio. Nunca he tenido, sólo ayer. Ese tic nervioso de vigilar la puerta, ese insomnio, ese aturdimiento mental, mareos, y dolores de cabeza, miradas perdidas y falta de emociones, esos miedos potenciados a la oscuridad y soledad. No sé, toco madera y pienso que fue un cúmulo de cosas, pero parece que esa recreación de Polybius se acerca demasiado al original. Aunque inexplicablemente tenga ganas de seguir jugando, voy a desinstalarlo de mi ordenador. No quiero volver a pasar por esto nunca más.

Supongo que esta es mi opinión, juro que todo esto relatado sobre mi experiencia es REAL, no hay nada inventado. Puede que el mito del Polybius sea falso, pero mis reacciones no. Realmente me pasó eso ayer. Puedes creerlo o no, pero yo voy a estar seguro toda mi vida de que fue todo muy raro y paranoico. Aquí mi experiencia, no se lo aconsejo si son fáciles de marear o sufren epilepsia.








4 comentarios:

  1. Desde mi admiración por el trabajo de investigación sobre este creepypasta te digo lo que pienso.
    EFECTO PLACEBO
    Una persona sugestionable, si no para de rallarse por una cosa acabará por sentirla, y el hecho de que subconscientemente tuvieras ganas de que te pasase algo(que tuvieras alguno de los efectos)potenció ese efecto placebo.

    Duérmeme bien anda, y no me seas xD.

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    1. Sin dudas es asi, Pero el efecto epiléptico es real debido a las imágenes. Pero el resto de los síntomas es por el efecto placebo

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  2. Apoyo lo que dice Rodri.
    Más sujestión que otra cosa, aunque mirar cualquier objeto cercano fijamente durante un rato puede dar dolor de cabeza...

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  3. Nunca sabremos si es sugestión o no, porque no tenemos cojones de probarlo, así que son todo conjeturas, yo en principio, como no tengo por que no creerlo, pues le creo.

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